lunes, 24 de septiembre de 2012

10 años de Santiago en 100 palabras

Ilustraciones para el libro: "10 años de Santiago en 100 palabras"


"Camino recorrido"

Nací en Santiago. Acá crecí, estudié, trabajé y me titulé de profesora. Por amor me fui a Valparaíso. Al año volví a Santiago a casarme, trabajé y estudié otra carrera. Tengo dos hijas concebidas en Valparaíso, pero nacidas en Santiago. A los seis años de matrimonio, por amor me fui a Chiloé y en Castro ejercí como profesora. La crisis del ’82  me trajo de vuelta a Santiago. Hoy, con veintisiete años de matrimonio, vivo en Santiago, no me gusta la contaminación, la congestión, el ruido, me gusta Santiago. Al morir, mis cenizas serán arrojadas al canal de Chacao.

Geraldina Matta, 51 años, Las Condes.




"Perfidia" 

Amanece. El cerro San Cristóbal me mira, cínicamente, con ojos de virgen.

Ignacio Reyes, 50 años, Santiago.




"Fácil"

Cuando al Guarén lo engañó su polola, comenzamos a decirle Laucha. Asaltando taxistas, el Laucha cayó preso, y adentro sus compañeros le llamaban Ivancito. Una mañana lluviosa, arrancando por Alameda, Ivancito se molió una rodilla; entonces tenemos al Cojo ingresando al negocio de la pasta, innovando con un poquito de tiza. La clientela angustiada con la estafa, le dejó un nudito de carne al Tiza justo donde antes tenía la oreja. Ayer vimos al Tiza, y fue tan fácil como cambiar la “i” por la “a”.

María Elena Edwards, 35 años, Santiago.




"Faros amarillos"

Llevo calcetines amarillos para poder seguir mis pasos. Mis zapatos corren tras unos bototos que desaparecen al virar la esquina. Entonces mi zapato derecho golpea fuertemente el piso, patea una piedrita y el otro zapato dibuja un semicírculo. Ambos vacilan un momento, pero se coordinan hacia una banca. El zapato izquierdo se mantiene del taco a la punta aferrado al suelo, el derecho se balancea en el aire. De pronto salta a tierra y juntos emprenden una nueva carrera. Siempre compiten por cuál va primero. No es fácil convivir con este tipo de calzado. Por eso lo de los calcetines.

Karin Weinreich, 31 años, Ñuñoa.

Gracias Plagio!

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